jueves, 17 de marzo de 2016

Topografía de la belleza


¿Por qué a unos nos parece guapa una persona y a otros no? 

La pregunta es tan vieja como la humanidad. En la antigüedad, el enigma se intentó resolver con ayuda de las matemáticas. Buscando las proporciones ideales, los griegos crearon el canon áureo como medida estándar de belleza. Un cuerpo femenino respondía a este ideal cuando podía dibujarse un triángulo isósceles entre los pezones y el ombligo. Además, la distancia desde éste hasta el pubis debía ser igual a la longitud de los lados del triángulo. Siguiendo estos cálculos se esculpió la célebre Venus de Milo, una representación de Afrodita, la diosa del amor y la belleza.

En el Renacimiento Miguel ángel realizó su David copiando su arquetipo de belleza masculina. Leonardo da Vinci, por su parte, estudió minuciosamente la estructura del cuerpo humano y resumió su idealización en la famosa imagen de un hombre circunscrito por un cuadrado y un círculo.

"La belleza es también cuestión de simetría, expresada y diferenciada incluso entre los más pequeños". Así lo expresa Lola González, una prestigiosa psicóloga infantil en Málaga, perteneciente a Consulta 21, el gabinete referencia de la psicología en Málaga: “Las personas guapas son personas simétricas”. “Cuanto más simétrica es la estructura de hombres y mujeres, más compañeros sexuales han tenido en el pasado”. “Los hombres guapos engañan a sus parejas más que los otros”.



Aunque la naturaleza no facilita las cosas en la resolución de este enigma, lo cierto es que casi todos sabemos por instinto si somos guapos o no y en qué lugar del ranking nos encontramos. Una belleza extraordinaria despierta el deseo en el sexo opuesto, pero a veces puede producir cierto temor: ¿estaré a su altura? Tales dudas son las que nos hacen tomar todo tipo de precauciones a la hora de formar pareja. Suponiendo que pudiéramos escoger libremente, lo más probable es que no elijamos un superhombre o una supermujer: según se ha comprobado, un rostro medianamente bello y una figura razonablemente normal tienen más probabilidades de resultar seleccionados.